Ningún intercambiador de Corea de Sur pasa su auditoría

Corea del Sur es un país donde los intercambiadores de criptomoneda son legales y están muy regulados. Los residentes también tiene que declarar sus inversiones en criptomoneda a Hacienda, así que tanto los usuarios como los intercambiadores como el gobierno pueden estar tranquilos.

Excepto por el hecho de que los intercambiadores tienen que pasar unas auditorías de contabilidad periódicamente, y este año ¡ninguno de ellos las ha pasado!

Falta menos de un mes para que entren en vigor nuevas regulaciones (están planeadas para el 24 de septiembre de 2021), así que esto va a ser un duro golpe para el sector, especialmente para los cuatro intercambiadores más importantes del país: Bithumb, Coinone, Korbit y Upbit.

Las auditorías se centraron en la contabilidad, la forma de manejar las monedas, y la forma de proteger a los inversores.

De los 33 intercambiadores autorizados que hay en el país, solo 25 estaban acreditados para gestionar la información con la debida seguridad, mientras que parece que las medidas contra el blanqueo de dinero eran insuficientes en la mayoría de los intercambiadores. Y ninguno de los intercambiadores ha cerrado los contratos bancarios necesarios (con nombre y apellidos) para continuar operando después del 24 de septiembre.

Ya en julio, las auditorías revelaron que algunas de las plataformas estaban usando operaciones bancarias fraudulentas en su contabilidad. Estas fueron mayoritariamente empresas de las más pequeñas pero, mientras que se esperaba que los 4 mayores intercambiadores del país pasaran las auditorías sin ningún problema, todas y cada una de las plataformas de intercambio tienen problemas que deberán resolver para no tener serios problemas dentro de un mes.

Los auditores destacaron que en numerosas ocasiones el número de empleados dedicados a evitar el blanqueo de dinero era «nulo o insuficiente», mientras que los recursos dedicados a gestionar riesgos también eran «insuficientes».

El organismo regulador también ha hecho notar que en muchas empresas no hay estándares a la hora de añadir un token a la lista de monedas que se ofrecen, o de retirarla, de forma que los esfuerzos para evitar el fraude y el «insider trading» son insuficientes.

Había también casos en los que se almacenaban el dinero y las criptomonedas de los clientes mezclados con los de otros clientes o la misma empresa. Y el organismo regulador también vio que en muchos casos el personal no era suficiente para ofrecer el servicio en el caso de grandes influjos de nuevos usuarios, o de picos repentinos en el volumen de intercambio.

Algunos bancos coreanos ya habían advertido que era posible que solo los cuatro mayores intercambiadores del país sobrevivieran al 24 de septiembre (Bithumb, Coinone, Korbit y Upbit) pero, después de hacerse pública esta información, esta posibilidad que parecía el «peor caso» empieza a parecer un poco optimista incluso.

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