Monero es una criptomoneda muy descentralizada y anónima. Se lleva minando desde 2014, y tiene una de las mayores comunidades de desarrollo del mundo de las criptomonedas, gracias precisamente a esas cualidades tan atractivas. Mucha de la gente que está más metida en el mundo de las criptomonedas aprecia mucho el hecho de que estas puedan proponerse como una alternativa al sistema bancario y financiero tradicional, y Monero es una de las que más satisfacen a los usuarios con este tipo de prioridades. Lo que la convierte en una criptomoneda muy robusta para todos los usuarios, compartamos esas mismas prioridades o no.
En esta página puedes encontrar información sobre Monero que esperamos te ofrezca una visión global sobre la criptomoneda. Esperamos que te ayude a decidir en qué invertir, y a entender esta cadena de bloques tan especial.
Monero es una cadena de bloques que usa criptografía muy avanzada para asegurar la integridad y el anonimato de todas las transacciones. El XMR también es el nombre de la criptomoneda que se transfiere entre direcciones de Monero en dichas transacciones y, además de ser la moneda de cambio para la que está diseñada la red, es la moneda con la que se pagan a la red las comisiones por las transacciones. Estas comisiones se destinan principalmente a compensar a los mineros.
XMR es una moneda que está disponible en gran cantidad de intercambiadores y plataformas de inversión en criptomoneda.
El origen de Monero pasa por CryptoNote, un protocolo diseñado para usarse en criptomonedas que solucionaba problemas de Bitcoin como la posibilidad de rastrear todas las transacciones. El white paper de CryptoNote lo firmó Nicolas van Saberhagen en 2013, y este un nombre por el que no se ha encontrado ninguna información, por lo que se supone un seudónimo.
Un usuario del foro Bitcointalk con el seudónimo thankful_for_today hizo un prototipo de moneda llamado BitMonero, que incorporaba las ideas de CryptoNote, pero otros usuarios de Bitcointalk no estaban de acuerdo con la forma en que se estaba llevando el proyecto e hicieron un fork en 2014 y lo llamaron Monero. Este es el proyecto que conocemos hoy en día, y que el proyecto Monero esté basado en el anterior proyecto BitMonero lo permite el hecho de que BitMonero fuera un proyecto de código abierto.
El desarrollador sudafricano Riccardo Spagni lidera el proyecto, pero gran parte del equipo de Monero permanece anónimo ya sea por razones políticas, personales, o simplemente por ejercitar su derecho al anonimato, que el código en el que trabajan ayuda a posibilitar.
Incluso se ha rumoreado que uno de los siete desarrolladores iniciales fuera el mítico Satoshi Nakamoto que creó Bitcoin, pero eso no son más que elucubraciones.
En Criptoactualidad pensamos que el hecho de que una tecnología se use para fines ilegales no es culpa de la propia tecnología sino del usuario que comete esos crímenes o infracciones. El anonimato y la seguridad que nos brinda Monero tienen numerosos usos legales y recomendables, y por ejemplo pueden ayudarnos a tener una cierta independencia si vivimos en un país autocrático, o si estamos siendo acosados de una forma contra la que la ley y el orden de nuestro lugar de residencia no puede ayudarnos.
Sin embargo, tenemos que detallar estos usos ilegales de Monero porque se hicieron muy conocidos y, después de todo, son la otra cara de la moneda.
El más importante puede que fuera el uso por parte del mercado en línea AlphaBay Market, un servicio oculto en la red Tor en el que se intercambiaban mayoritariamente bienes y servicios ilegales, a menudo criminales. Bitcoin era el método de pago mayoritario en este tipo de mercados, pero la mayor privacidad que garantiza Monero fue muy atractiva para estos maleantes, y en agosto de 2016 AlphaBay empezó a ofrecer la posibilidad de aceptar XMR como pago en su plataforma.
AlphaBay fue desmantelado en julio de 2017, pero otros mercados similares también han aceptado Monero posteriormente.
Coinhive es un software de minado de Monero escrito en JavaScript, que puede funcionar en cualquier navegador de internet y posiblemente distribuirse y funcionar sin que el usuario se dé cuenta.
En el minado de criptomonedas como XMR, los costes suelen ser la compra del material necesario (normalmente un PC) y la electricidad que se consume al minar, que es mayor que el uso normal de un PC típico al ser problemas que ponen constantemente a prueba el rendimiento de la CPU o GPU del dispositivo.
Puede que Coinhive no fuera el software de minado más eficiente, al funcionar en una capa muy alta (por encima del browser o de una aplicación móvil), pero al no pagar el receptor de las monedas minadas ni el coste del terminal ni el de la electricidad el coste es nulo, haciéndolo muy atractivo para gente sin escrúpulos.
A veces se solicitaba el permiso o se avisaba al usuario (al fin y al cabo, al cerrar esa pestaña del navegador, el minado se detiene), pero en general se acabó considerando una mala práctica y las empresas de antivirus y bloqueadores de publicidad acabaron desactivando esta modalidad de minado remoto.
Este tipo de ataques por secuestro de datos también habían estado usando Bitcoin desde hacía años, pero por ejemplo en la primera mitad de 2018 el 44% de los ataques pedían que se hiciera efectivo el rescate en Monero, según un artículo de CNBC (en inglés).
Es curioso que en ocasiones se daba a la víctima la opción de pagar con BTC o XMR, pero con un recargo de un 10% o 20% en caso de elegir BTC, por la relativa facilidad de que se pueda rastrear el pago en dicha cadena de bloques, mucho más transparente.
Hay muchos gobiernos que no ven con buenos ojos las criptomonedas descentralizadas, pero a algunos les molestan especialmente las monedas que ofrecen más privacidad, seguramente porque hacen más difícil que cuerpos como el de policía rastreen transacciones relevantes a sus investigaciones.
Es cierto que una mayor privacidad da más trabajo a quien tenga que investigar, pero esta nueva privacidad que la tecnología brinda a los ciudadanos no tiene por qué estar reñida con la ley, y al prohibir este tipo de monedas por estas razones pueden estar pagando justos por pecadores.
Por lo que pensamos que prohibir el intercambio de estas monedas, como ha ocurrido en Australia y Corea del Sur, es completamente un juicio de valor por parte de sus gobiernos, y otros países pueden actuar de forma diferente si tienen otras prioridades.
Hay algunos intercambiadores en los que Monero no está disponible por esta razón, pero hay intercambiadores más que suficientes para que la liquidez no se vea afectada a nivel global.
Una cadena de bloques (también conocida como blockchain) es una especie de base de datos o libro de contabilidad que usan las criptomonedas más convencionales para llevar la cuenta de todas las transacciones y los balances de sus usuarios (direcciones).
Se llama así porque las transacciones que se van encargando a la cadena de bloques en tiempo real van quedando pendientes hasta que un número de ellas se resuelven a la vez (algo similar a las transacciones atómicas de algunas bases de datos tradicionales). Cada vez que se resuelve un número de transacciones y se actualiza el estado de la red se llama un bloque. Es decir, que las transacciones se realizan en bloques de varias transacciones cada varios segundos o minutos, dependiendo de la rapidez de cada cadena de bloques.
Llevando a cabo las transacciones en bloques se evita que un usuario con un balance de 1 XMR pueda gastar 1 XMR en un pago a Mariah Carey y el mismo 1 XMR en un donativo a Lana del Rey, así que no se puede verificar una transacción fraudulenta de este tipo. Todas las transacciones son reales y finales.
Se puede pensar en cada dirección de Monero como en una cuenta bancaria. Cada persona puede tener cualquier número de direcciones, y estas se generan fácilmente y sin coste considerable.
La dirección es una cadena de letras y números que no podremos determinar nosotros mismos y, de forma parecida a una cuenta bancaria, un número de teléfono o una dirección de correo electrónico, la gente puede usar tu dirección para enviarte XMR o, si eres tú quien les transfiere una cantidad, ellos verán tu dirección como remitente.
Cada dirección se genera junto con una clave privada, que es parecida a una contraseña pero, una vez más, no la decidimos nosotros (lo que seguramente ayuda a que sea una clave muy segura). Otra diferencia con las contraseñas que tenemos para las cuentas de servicios que ofrecen otras empresas es que Monero no es una empresa, y la red está descentralizada. Nadie más que nosotros tiene acceso a nuestra cuenta ni a nuestra clave privada, y nadie puede ayudarnos a recuperar nuestros XMR si perdemos nuestra clave privada. Los XMR permanecerán ahí hasta el fin de los tiempos (o hasta que alguien acierte la clave privada, lo que primero pase), pero no podremos transferirlo a un intercambiador para venderlo, ni podremos usarlo para pagar nada.
Así que es muy importante conservar a buen recaudo las claves privadas de nuestras direcciones de criptomoneda, de manera que nadie más que nosotros tenga acceso a ellas pero a ser posible con alguna forma segura de recuperar nuestra dirección si pasa algo.
Recomendamos usar una billetera física, si la cantidad que tienes invertida en criptomoneda es mucho mayor que lo que cuestan las más baratas (alrededor de 50 USD).
El algoritmo de «prueba de trabajo» (proof of work) de Monero está diseñado para dar un trabajo criptográfico a los nodos de la red que se dedican a minar, de manera que se verifiquen las transacciones que tienen que entrar en el próximo bloque de la cadena.
Este minado se puede llevar a cabo con un PC normal, y el algoritmo de Monero se diseñó para que no fuera fácil desarrollar ni producir dispositivos ASIC o FPGA que hicieran más barato el minado por parte de grandes granjas de dispositivos ASIC, de manera que la validación de las transacciones y el minado en esta cadena de bloques estén menos centralizados que cadenas como Bitcoin.
Hemos hablado de las cosas que han pasado a causa de que Monero ofrezca estas funcionalidades de privacidad y anonimato pero, ahora que hemos visto la importancia que tiene, podemos describir algunos detalles sobre su funcionamiento también.
Para empezar, la cadena de bloques es pública y está descentralizada. Pero las transacciones están ofuscadas de manera que no se sabe quién envía a quién qué cantidad de XMR.
Para ofuscar las direcciones, se usa la técnica criptográfica llamada firma de círculo (ring signature), que permite firmar una transacción de manera que se pueda comprobar que es válida sin que después se sepa quién la ha firmado.
Por lo tanto, desde el punto de vista de los nodos que minan la moneda y validan las transacciones, no se sabe quién es el remitente ni la cantidad de cada transacción, pero la tecnología de Monero asegura que los mineros tienen suficiente información para cumplir con el algoritmo de prueba de trabajo y validar las transacciones sin que ninguna información confidencial pase por sus manos.
Los nodos validadores sí ven una dirección de destinatario, pero no es la dirección real sino una temporal generada a tal efecto.
La red Monero incluso ofusca la dirección de internet (dirección IP) de los dispositivos que envían transacciones para validar. Esta funcionalidad se incluyó tras usarse este tipo de información en intentos de analizar la cadena de bloques para averiguar cosas acerca de transacciones privadas.
Pero si un usuario da permiso, se puede mostrar a alguien una transacción o el historial de una dirección por medio de unas claves creadas a tal efecto, haciendo posibles las auditorías siempre que sean con el consentimiento del usuario de la cuenta.
Lo que nos lleva a los intentos que ha habido de encontrar toda esta información que esconde Monero sobre sus usuarios. ¡Lo mejor, por supuesto, es que Monero no esconde esta información gracias a su diseño que permite a la red funcionar sin tener estos datos!
Se han publicado artículos de investigación científica sobre las posibilidades de rastrear transacciones en Monero, de forma notable en 2017 y en 2018, y a menudo se centraban en el algoritmo de firma de círculo, que ayuda a ofuscar el remitente de una transacción.
Pero los hallazgos de dichos artículos quedaban obsoletos rápidamente, ya fuera por nuevas implementaciones en Monero como RingCTs (transferencias de círculo confidenciales) en 2017, o simplemente al mejorar algunos valores numéricos y hacer inviable el rastreo por razones cuantitativas.
Gobiernos como el de los Estados Unidos han ofrecido suculentas recompensas a cualquiera que pueda ayudar a rastrear transacciones. Por ejemplo, el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos ofreció en 2020 hasta 625.000 USD a quien pueda desarrollar herramientas de software que ayuden a rastrear transacciones en cadenas de bloques privadas como Monero, o protocolos de más alto nivel como la red Lightning de Bitcoin.
Monero empezó a intercambiarse en el tercer trimestre de 2014 con grandes oscilaciones en torno a los 2 USD por unidad. Una vez llegó el año nuevo 2015, el XMR estaba por debajo de los 0,50 USD.
2015 vio unos precios de Monero mucho más estables, en torno a los 0,50 USD pero con algunos picos superando el 1 USD (1 de abril). El año se cerró igual que 2014, ligeramente por debajo de los 0,50 USD, pero con más del doble de capitalización de mercado porque, al ser la primera etapa de esta cadena de bloques, se acuñaron o minaron muchas monedas nuevas.
2016 fue un año más excitante, y XMR creció de forma orgánica y saludable durante más de la primera mitad del año, con sus subidas y bajadas pero con máximos relativos de 1,50 o incluso 2 USD el 18 de junio, en coordinación con una subida muy significativa de Bitcoin.
Pero eso no fue nada comparado con lo que subió el XMR a partir del final de agosto. El 21 de agosto el precio eran unos 2,50 USD, pero el 5 de septiembre 1 XMR valía casi 14 USD. ¡Monero subió un 460% en menos de dos semanas!
Lamentablemente, hay una correlación innegable entre la gran demanda que causa estos precios (y hubo también un volumen de transacciones brutal en la red durante estos días) y los pagos relacionados con actividades ilegales que se acababan de hacer posibles con Monero en el mercado negro en línea llamado AlphaBay. Por un lado es crecimiento causado en gran parte por un uso de la moneda como forma de pago, no como simple especulación, pero por otro lado no es fácil sentirse orgulloso por el uso en este tipo de plataformas.
Monero abre el año a 14 USD, y pasa 2 meses sobre los 12 o 13, antes de subir a 23 a mediados de marzo… ¡Coincidiendo con una bajada de Bitcoin! Los volúmenes de las dos son tan distintos que no se puede decir que hubiera una correlación directa, pero es fácil pensar que más y más gente empieza a ver a Monero como una de las monedas más relevantes y con más potencial durante este año.
Hubo un buen pico en el precio de BTC el 24 de mayo (2.444 USD) que, aunque proporcionalmente no fue tanto para BTC, se replicó en muchas criptomonedas incluida Monero, donde proporcionalmente fue muy notable: el XMR subió de 27 a 56 USD en 1 semana (duplicándose), y solo del 22 al 23 de mayo subió un 55%.
Tanto BTC como XMR bajaron inmediatamente, pero pasaron unas muy buenas semanas después de esos días inestables: XMR estuvo por encima de los 40 USD desde el 29 de mayo hasta el 10 de julio, rozando los 59 el 11 de junio en un máximo histórico.
El 16 de julio hubo un bache importante que se sintió en todas las criptomonedas, y XMR bajó de los 30 USD por primera vez desde principios de mayo. Pero un par de días después ya estábamos en los niveles anteriores entre 40 y 50 USD, y todas criptomonedas no paraban de subir…
Monero había estado subiendo de forma más o menos proporcional a las otras criptomonedas este año, pero en la segunda mitad de agosto podemos decir que subió de nivel. Desde el 18 de agosto (47 USD) hasta el 28 de agosto (145 USD), el precio se triplicó en 10 días (aumento del 200%) y, aunque hubo una corrección, el XMR quedó mucho mejor considerado después de esta subida en comparación al resto de monedas.
Monero bajó lentamente desde ese pico de 145 USD hasta los 86 USD que alcanzó el 5 de noviembre, no sin algunos baches, pero en ese momento BTC descendió (¿para coger carrerilla?) antes de iniciar un ascenso mucho más pronunciado que continuaría hasta el final de 2017.
En el párrafo anterior dejamos a Monero en 86 USD el 5 de noviembre, pero a partir de ahí no hizo mucho más que subir hasta rozar los 470 USD el 20 de diciembre. En un mes y medio, XMR subió casi un 450%, lo que quiere decir que ¡se multiplicó por más de 5!
Una vez en la cumbre, las subidas y bajadas eran frecuentes y grandes, pero Monero se mantuvo entre los 310 y los 460 USD hasta el 28 de enero de 2018, cuando empezó un descenso muy pronunciada hasta bajar de 180 USD el 5 de febrero.
El resto de 2018 no fue tan excitante, siendo un descenso con ciertos matices con mucha correlación entre BTC y XMR. El año se cerró con un valor de 43,66 USD, que es un valor mucho más alto que antes de la burbuja, pero mucho más bajo que los más de 450 USD que llegó a alcanzar en este periodo.
2019 fue menos excitante para Monero si cabe, con un largo repunte de BTC y otras criptomonedas que no llegó a los niveles de finales de 2017. Monero también se benefició de este mercado al alza, pero el problema fue que este movimiento del mercado no tuvo tanto impacto en Monero como en monedas como BTC.
Mientras que BTC alcanzó el 75% de su máximo a finales de 2017, Monero solo alcanzó los 112 USD el 25 de junio, un 25% de su máximo absoluto. El año se cerró con un precio de unos 29 USD.
2020 fue un año de crecimiento muy lento, y además el descontrolado crecimiento de BTC al final del año no tuvo suficiente repercusión sobre Monero, que acabó el año en 157 USD, tres veces más cara que el 1 de enero. El BTC, por su parte, acabó 4 veces más valioso que al comenzar el año, y gran parte de ese crecimiento tuvo lugar en diciembre, lo que no ocurrió para Monero.
Pero 2021 por fin fue un buen año para Monero. Los picos de BTC que se vieron el 10 de enero y el 20 de febrero fueron generosos con XMR, y en la última etapa de la burbuja (todo el mes de abril y la mitad de mayo) por fin llegó la locura a Monero.
Mientras que BTC se mantenía en un rango determinado desde ese segundo pico del 20 de febrero del que hablábamos hace un momento, a partir del 7 de abril el crecimiento de XMR fue mucho más pronunciado.
Esta fue la burbuja más grande de todas las burbujas que ha experimentado el mercado de las criptomonedas pero, mientras que el máximo absoluto de BTC tuvo lugar el 13 de abril, el de XMR fue el 9 de mayo con 484 USD.
Y, tras la caída que hubo en todas partes el 11 de mayo, el mercado por lo general se quedó en una posición mucho más alta que antes de ese comienzo. En el caso de Monero, lleva un tiempo estable alrededor de los 200 USD, lo que es unas tres veces más el precio que hace un año.
A día de hoy se han minado más de 17.900.000 XMR, de 18.400.000 XMR posibles. Se estima que se acabará de minar al final de mayo de 2022, y se pasará a remunerar a los mineros con un sistema llamado tail emissions, de manera que las comisiones por las transacciones no suban demasiado.
Hoy en día, el valor de todo el XMR que se ha minado es de más de 4 mil millones de dólares, lo que podemos considerar su capitalización de mercado.
Esta es la pregunta que todos nos hacemos. Por supuesto, nadie sabe lo que va a pasar porque siempre hay muchos factores en juego.
En todo caso, pese a la dura corrección a mediados de 2021, el crecimiento del mercado de las criptomonedas en los últimos años es muy esperanzador, tanto pensando en las inversiones y el valor alcanzado como pensando en la evolución de la tecnología y sus aplicaciones.
Un punto que nos puede preocupar es que sea una moneda minada, con tantos proyectos en el mercado que no consumen tanta energía ni dispositivos especializados como tarjetas gráficas de alto nivel. Nos gustaría que el equipo de Monero gestionase bien los cambios a partir del año que viene, cuando se deje de emitir moneda.
Monero es una buena cadena de bloques y una tecnología robusta centrada en la privacidad y el anonimato. Siempre va a haber demanda para este tipo de características.
En Criptoactualidad.net no esperamos que supere a Bitcoin ni a Ethereum, pero esperamos que siga siendo una moneda relevante, y que siga creciendo como muchas otras.
Monero es una criptomoneda muy conocida y valiosa del mundo. Su tecnología tiene un gran potencial, y es una de las pocas criptomonedas que están viendo un gran volumen de uso real desde hace más de 5 años, sobre todo en su especialidad que son los pagos electrónicos.
No podemos decir que sea una buena inversión para todo el mundo, pero es una de las criptomonedas sobre las que recomendamos investigar más. Os animamos a aprender más sobre esta cadena de bloques, y cualquier forma de inversión en ella, aunque sea comprar XMR en un intercambiador, financia de alguna manera la red Monero y hace más probable que siga siendo un éxito.
Esperamos que hayáis aprendido algo nuevo en este artículo, y que os hayáis podido formar vuestra propia opinión sobre Monero.